Aumentó el uso de bolsas de silo

Viernes 4 de enero de 2008

Con un incremento acumulado del 50% en la última campaña, el silobolsa permite reducir costos de logística durante el almacenaje. En granos la más utilizada fue la de nueve pies.

El sector de fabricación de silo bolsa cerró el 2007 con un incremento en sus ventas. Este aumento en la comercialización, en una industria relativamente nueva, tiene como principales clientes a los acopios y a productores que buscan una alternativa para el almacenaje de granos.
Alberto Mendiondo, encargado de comercio exterior de Ipesa Silo Bolsa, explicó que la medida de bolsa más empleada durante la última campaña fue la de 9 pies de ancho. Según Mendiondo, el uso de bolsas de mayor ancho -12 pies- se justifica en aquellos casos en los cuales se busca ahorrar el terreno utilizado. El uso de bolsas de 12 pies permite un ahorro de hasta un 30% en superficie. Su empleo es recomendable en forrajes y en casos en donde se presente una gran restricción de superficie.
El ejecutivo de Ipesa sostuvo que en condiciones de campo o almacenaje de plantas de acopio no es necesario recurrir a tamaños de bolsa mayores a 9 pies: "Se podría usar en casos en donde el terreno se encuentre muy restringido, pero la maquinaria existente para almacenaje de granos en 12 pies todavía necesita desarrollo", destacó. Consultado por el volumen de negocios de Ipesa, Mendiondo señaló que durante 2007 la empresa registró un crecimiento acumulativo del 50%, y suministró silo bolsas para unas 32 millones de toneladas de producción, incluidos forrajes y mercado externo: "Aunque es difícil, se puede decir que un 70% fue adquirido por productores, y el 30% restante por exportadores y acopios", manifestó Mendiondo.
Las medidas de bolsas más comercializadas fueron de 60 y 75 metros, que en base trigo representan 200 y 250 toneladas, respectivamente. También se comercializaron bolsas de 100 metros, para forrajes. El desarrollo de embolsado de granos de Ipesa se realizó, en su primera etapa, en conjunto con Martínez Staneck.
La bolsa de 9 pies de ancho por 60 metros de largo, que es una de las más utilizadas, tiene un valor que oscila entre los u$s330-340.
Este precio, salvo pequeñas correciones por aumento de materias primas, se mantuvo estable durante varios años. Mendiondo destacó que el sistema de embolsado de granos es un desarrollo totalmente argentino, y que la actividad es una de las principales exportaciones de know-how argentinas: "En la actualidad, tenemos exportaciones y embolsado con bolsas nacionales en países como China, Kasajstán, Ucrania, Rusia, Suecia, Australia, Sudáfrica Europa, EE.UU., Canadá y todo Sudamérica", resaltó.

Fuente: Diario INFOBAE

Récord para el almacenaje en bolsas

Sábado 22 de diciembre de 2007

Esperan un fuerte crecimiento de la tecnología por el aumento de la producción de granos para 2007/2008

Lejos de encontrar un techo, el mercado de bolsas de plástico para el almacenaje de granos sigue en franco crecimiento y para esta campaña se viene con otro récord. Aunque las cifras varían según la fuente consultada, hoy al menos más del 30 por ciento de la cosecha se guarda en estos silos. Se calcula, además, que versus ventas por 60 millones de dólares en la última campaña, en el ciclo actual se comercializarán bolsas por unos US$ 75 millones. Un punto no menor es que los analistas pronostican una cosecha cercana a los 100 millones de toneladas de granos, lo cual potenciará el crecimiento de esta tecnología, que comenzó a tomar impulso a fines de los noventa. "El años pasado, el mercado total (de embolsado de granos) fue de 35 millones de toneladas y ahora se podría crecer 10 millones de toneladas", señaló a LA NACION Alberto Mendiondo, responsable de comercio exterior de Ipesa. "Nosotros vendimos 175.000 bolsas el año anterior (entre mercado para granos -allí esta empresa calcula una participación del 70 por ciento-, forrajes y exportación), y ahora esperamos estar en 230.000/250.000", agregó el ejecutivo. Gustavo López, consultor de Agritrend, también trazó su propio pronóstico de crecimiento, con cifras más conservadoras, pero que igual reflejan una tendencia alcista. "En función de unos 95/100 millones de toneladas de producción y cerca de 58/60 millones de capacidad estática de almacenamiento, (las toneladas embolsadas) no van a ser menores a las del ciclo pasado (32 millones de toneladas), ascendiendo a 34/36 millones de toneladas", expresó. Desde Plastar, Guillermo Lardies, jefe de ventas, ofrece otra proyección sobre el mercado, más baja que las anteriores, aunque también más alta que el ciclo pasado: 30 millones de toneladas contra 27 millones de la campaña 2006/2007. En líneas generales, se estima que cada bolsa cuesta unos 320/330 dólares, según la compañía. Otro escalón Al margen de las distintas cifras, lo concreto es que la tecnología volverá a saltar un escalón. Se trata de una herramienta muy conocida ya por el productor. "Hay una gran aceptación por parte de los productores por las ventajas que ofrece para la logística de la cosecha y la comercialización del grano", indicó Alberto Gaviglio, socio de Akron, una de las empresas que fabrican las máquinas embolsadoras en un mercado donde hay otras firmas como Martínez y Staneck, Mainero y Richiger, por ejemplo. Hoy la mayoría de las empresas que fabrican las bolsas y las máquinas están exportando la tecnología a diversos países, incluso a destinos tan distantes como Rusia. Varias firmas también han logrado hacer pie en Europa, Australia y los Estados Unidos. "La tendencia es que la tecnología crece en el mundo desde la Argentina", indicó el ejecutivo de Ipesa. Aparte del furor de la tecnología para el almacenaje de granos, se está observando un fuerte uso para forrajes. Prueba de ello se estima que se están embolsando al menos 5 millones de toneladas de forrajes. Pero hay más: entre otros usos, este año hubo muchos productores que recurrieron a la bolsa para guardar fertilizantes. Fue una solución que tuvieron para comprar el insumo y almacenarlo cuando no se sabía si la producción nacional de urea iba a alcanzar por la crisis energética que obligó a cortar el gas a la industria.

Fuente: Diario LA NACION

Porqué nace Silobolsa?

lEstamos inmersos en la cultura del usar y tirar, y en la basura de cada día están los recursos que dentro de poco serán escasos.

lTodos estos desechos ocupan espacio y contaminan suelos y aguas. Incinerarlos tampoco es la solución, porque se emiten contaminantes atmosféricos y se producen cenizas y escorias muy tóxicas.

lSe trata, en definitiva, de que pongamos en práctica la consigna de las 3Rs: Reducir, Reutilizar y Reciclar + Ayudar.

Qué es Silobolsa Solidaria?

lSilobolsa Solidaria apunta a desarrollar actividades basadas en el concepto de desarrollo sustentable, en un ámbito local, con el propósito de generar un impacto positivo tanto, desde el punto de vista ambiental como social y productivo.

lDe esta manera, el proyecto busca instalar prácticas de uso racional de los recursos que generen inclusión social y valorización económica de los residuos.

lEn una primera etapa, se dará inicio a las actividades previstas, trabajando con el Taller Protegido "Cudau Che", en General Alvear, Provincia de Buenos Aires, donde se implementará un sistema mediante el cual, se incorporarán a chicos con discapacidad dentro del mercado laboral real, ofreciéndoles una posibilidad de reinsertarse en la sociedad, lo que significa cada vez que se recupera, se ayuda tanto al ambiente, como a la gente.

Porqué la silobolsa?

lActualmente, la gran mayoría de los productores agropecuarios, entierra o quema las bolsas de silo utilizadas para almacenar la cosecha de granos, en el entendimiento que las mismas constituyen un desecho.

lEs necesario considerar la posibilidad de la propiciar su minimización y valorización sobre la base de la promoción de estrategias de producción limpia tendientes a lograr una mejora en el desempeño ambiental empresario y mayores niveles de eficiencia en este aspecto.

lSi bien existen, en la Provincia de Buenos Aires, proyectos de recuperación de material reciclable, en ninguno de ellos se plantea, un trabajo en conjunto, tanto el ambiental, como el de la promoción social dirigida a los que trabajan cotidianamente con este tipo de desecho, a los productores agrarios y a grupos empresarios, apuntando a lograr un cambio de hábito.

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